Add parallel Print Page Options

31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye.

32 Desde el siglo no fue oído, que abriera alguno los ojos de uno que nació ciego.

33 Si éste no fuera venido de Dios, no pudiera hacer nada.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends